Pausas activas en el trabajo: ¿Por que y como hacerlas?

En un ambiente laboral sedentario, encontrar tiempo para mantenernos activos puede ser todo un reto. Pasar muchas horas sentado puede tener efectos perjudiciales para nuestra salud, y aquí es donde entran en juego las pausas activas en nuestros centros de trabajo. Además, recuerda que contar con un seguro de salud respalda aún más tu bienestar frente a cualquier eventualidad.

En este artículo, exploraremos la importancia de las pausas activas y te proporcionaremos algunos consejos prácticos sobre cómo incorporarlas a tu rutina diaria en el trabajo.

¿Qué son las pausas activas?

Las pausas activas son períodos cortos de actividad física incorporadas en nuestro trabajo. Estas actividades nos animan a levantarnos, mover el cuerpo, hacer ejercicio o estirarnos, en lugar de estar todo el día sentados frente a una computadora o en una misma actividad. Estos descansos pueden durar desde unos pocos minutos hasta más dependiendo de nuestro horario y preferencias.

¿Por qué son importantes las pausas activas?

Son importantes porque te ayudarán a combatir los efectos negativos de estar sentado durante mucho tiempo. Los estudios demuestran que estar sentado durante mucho tiempo aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y trastornos musculoesqueléticos. Por ende las pausas activas pueden ayudarte a romper con un estilo de vida sedentario, mejorar la circulación y reducir el estrés en tu cuerpo.

Por otro lado, practicar ejercicios hace que nuestro cuerpo libere endorfinas que llegan a ser estimulantes naturales de nuestro estado de ánimo. Estas pausas pueden ayudar a reducir el estrés, mejorar la concentración y aumentar tu productividad en el trabajo.

Tipos de pausas activas

Existen varios tipos de pausas activas que puedes incorporar a tu jornada laboral. Aquí tienes algunas ideas para empezar:

1. Pausas de estiramiento

Tómate unos minutos para estirar los músculos y aliviar tensiones. Estiramientos sencillos como giros de cuello, encogimiento de hombros y rotaciones de muñeca pueden ayudar a aliviar la rigidez y mejorar la flexibilidad.

2. Ejercicios de escritorio

Realiza ejercicios que puedas hacer en tu escritorio, deja por un momento la laptop y realiza sentadillas al lado de tu silla, elevaciones de piernas o flexiones de brazos en el escritorio. Estos ejercicios se dirigen a diferentes grupos musculares y se pueden incorporar fácilmente a tu rutina de trabajo.

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3. Reuniones activas

En lugar de sentarte en una sala de conferencias, sugiere celebrar reuniones caminando. Caminar y hablar puede estimular la creatividad y fomentar la participación activa de todos los asistentes.

4. Pausas para caminar

Levántate de tu escritorio y da un paseo a paso ligero por la oficina o al aire libre. Caminar no sólo pone tu cuerpo en movimiento, sino que también proporciona un descanso mental del trabajo, lo que te permite volver con la mente renovada.

5. Pausas de atención plena

Tómate un momento para practicar mindfulness o ejercicios de respiración profunda. Estos descansos pueden ayudarnos a reducir el estrés y mejorar la concentración, permitiéndonos abordar nuestro trabajo con la mente clara y tranquila.

RIMAC Seguros te recuerda que hacer pausas breves para realizar actividad física, puede combatir los efectos negativos de permanecer sentado durante mucho tiempo, aumentar tus niveles de energía y mejorar tu productividad general.